El Honorable Concejo Deliberante aprobó una ordenanza, mediante la cual prohíbe en el ámbito de la Ciudad la instalación, funcionamiento, regenteo, sostenimiento, promoción, publicidad, administración y/o explotación bajo cualquier forma, modalidad o denominación –de manera ostensible o encubierta- de establecimientos o locales de alterne donde se fomente el comercio sexual. 

Los locales de alterne son todos aquellos lugares abiertos al público donde se realicen, toleren promocionen, regenteen, organicen, o de cualquier modo faciliten actos de prostitución u oferta sexual cualquiera sea su tipo o modalidad. También a aquellos locales donde los concurrentes o clientes traten con personas contratadas para estimular el consumo o el gasto en su compañía. Y donde se desarrolle o se obtenga provecho de la explotación de la prostitución ajena, hayan prestado o no las personas explotadas y/o prostituidas y/o que se prostituyen, su consentimiento para ello. 

Entre los considerandos de la medida se menciona que la trata de personas es un delito a nivel mundial somete   a 4 millones de adultos y a 2 millones entre niños y niñas para el comercio sexual. 

Además la norma destaca que la trata de persona es sancionada en Argentina desde 1913 por una ley redactada por Alfredo Palacios. En verdad la existencia de prostíbulos está prohibida desde 1937. La ley 26.634 retoma ese espíritu protector de la anterior ley y adapta la norma tanto para prevenir como para sancionar ese delito federal. 

A lo que se suma la Ley de profilaxis de 1936 por lo que no debía existir en el país “casas o locales donde se ejerza la prostitución o se incite a ella”. Sin embargo a lo largo de décadas fue vulnerada con complicidad de ordenanzas locales que habilitaban centros nocturnos para encubrir espacios de explotación sexual. Dichos locales funcionan con “alternadoras”, “coperas” o “bailarinas” que resultan ser pantallas para el ejercicio de la prostitución y ámbitos propicios para la trata de personas. 

Otro tema a considerar es que las organizaciones delictivas que operan a nivel mundial y nacional, captan y reclutan a personas para el ejercicio de la prostitución por medio del engaño, fraude o coerción obteniendo significativas ganancias de este ejercicio. 

La voz de la relatora de la ONU, Dr.a Joy Ngozi Ezeillo advirtió en 2011 sobre el fracaso de nuestro país en el combate contra estos delitos y formuló severa advertencia al Estado Argentino. 

Por todas estas consideraciones y en uso de sus facultades, el gobierno municipal ordena la prohibición absoluta de esta actividad, no otorgando las habilitaciones respectivas a los locales que pudieran instalarse.