En la actualidad, el uso irracional de recursos naturales y otras acciones del hombre, están causando graves consecuencias en nuestro entorno.
Debemos tomar conciencia y actuar, antes que sea demasiado tarde. Hay una gran cantidad de medidas para reducir el impacto que los seres humanos provocamos. Por un lado, no podemos olvidar que existen las energías limpias, que no provocan contaminación, es decir, no generan residuos, ya que utilizan fuentes naturales.
Tipos de energías limpias:
Eólica: produce energía, principalmente eléctrica, a partir del viento.
Hidráulica/hidroeléctrica: produce energía gracias al agua, aprovechando la energía cinética de mareas y corrientes.
Solar: proviene de la radiación del sol y puede aprovecharse de diferentes maneras para producir calor, para calentar agua y para producir electricidad.
Geotérmica: se produce a través de la extracción de calor del interior de la tierra.
Otra manera de mitigar la contaminación ambiental, es utilizar productos ecológicos, reciclar los residuos, evitar la tala indiscriminada de árboles, modificar nuestros hábitos para aplicar un consumo responsable, no derrochar agua y elegir la bicicleta como medio de transporte.
Lograr el cambio no es difícil; con pequeñas acciones podemos obtener grandes resultados entre todos.