En el año 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas decidió proclamar el 17 de junio Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía. La temática de este año es “lograr la seguridad alimentaria para todos, a través de sistemas alimentarios sostenibles”.
Para la lucha contra el hambre hay que centrarse en la tierra porque más del 99,7% de los alimentos proceden del suelo. Por eso, es clave realizar cambios en el uso de la tierra, apostando por una agricultura sostenible que se adapte al cambio climático, en especial en zonas áridas, donde la escasez de comida es cada vez mayor.
Además, la campaña del 2015 destaca los siguientes puntos:
Mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.
Mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.
Aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible.
Tomemos conciencia; luchemos juntos contra la desertificación y la sequía.