"En Mendoza hay gente talentosa que no puede vivir de la danza"

Jul 20, 2009 Categoría: Ciudad

Puertas adentro, las paredes silenciosas del estudio exudan su savia verde mientras un tímido sol de invierno inventa formas en el parquet. Siguiendo la línea horizontal de las barras se llega hasta el espejo, eterno confidente del movimiento que fluye a diario.

En ese ambiente, el espacio vital que comparte con su hermana Lucía desde hace años, nos recibe Valentina Fusari. Y el encuentro, para nada casual, abunda en buenas nuevas.

Es que junto a su melliza, la bailarina y coreógrafa será parte de un hito en la historia de la danza en Mendoza: el Ballet Contemporáneo oficial, una acertada iniciativa impulsada por la comuna capitalina.

Y lo dicho: son buenas nuevas. Sobre todo porque se trata del primero en la provincia y uno de los pocos de Argentina, y porque llevará el sello estético de una dupla que no sólo es experta y rigurosa a la hora de trabajar, sino que además es un puntal de la danza contemporánea local.

Pero hay más. En agosto, las hermanas estrenarán con su compañía una interesantísima coproducción junto al Teatro Independencia –en la que participará la Orquesta Filarmónica de la provincia- y meses más tarde repondrán en su estudio, “Algo contigo”, una obra pergeñada por Lucía, que retrata las idas y vueltas del amor en clave de vallenatos colombianos.

«Y pensar que habíamos decidido que este año fuera sabático…”, acota entre risas Valentina sobre un año que se les presenta colmado de proyectos y anhelos cumplidos.

Pero, para leer en profundidad estas excelentes noticias, qué mejor que escuchar la voz de una artista que eligió abrazarse a la danza como forma de vida.

– ¿Cómo y cuándo fueron convocadas para dirigir el Ballet Contemporáneo?

– A fines del año pasado, la municipalidad,con la intención de rescatar la calidad de todos sus elencos, nos llamó para presentar un proyecto. Esto coincidió con que la directora de la Camerata Ballet se jubiló y la comuna decidió formar algo más moderno y menos costoso, y optó por un ballet contemporáneo, que a nivel internacional está teniendo mucho auge porqye es un lenguaje amplio y exigente que refleja el mundo actual. Hace mucho que veníamos presentando proyectos en distintas gestiones y nunca había pasado nada.

– Hasta ahora…

Y la idea nos pareció buenísima (haciendo un paréntesis, recalca: «Nosotras no estamos afiliadas a ningún partido»). El ballet comenzará con 8 bailarines, directora, co-directora y asistente y quedará establecido por decreto; esto implica que no se disolverá aunque pasen los gobiernos y que tanto los bailarines como las personas de producción cobrarán un sueldo. La formación de este ballet es todo un acontecimiento en la historia de la danza de Mendoza y también a nivel nacional, porque son contados los ballets oficiales.

– Concretamente, ¿cuándo se pusieron manos a la obra?

– Después de presentar el proyecto, lo seguimos elaborando y en marzo retomamos el trabajo, pero el decreto salió después de las elecciones. El 25 de julio haremos las audiciones junto a una persona del Teatro San Martín, representantes de la Asociación Mendocina de la Danza y algunos directores de los formaciones folclóricas municipales.

– ¿Qué requisitos deben cumplir los postulantes?

– Básicamente, hay que presentar CV y foto; la audición tendrá una parte de danza clásica, otra de contemporáneo y finalmente, de improvisación. Hasta el 23 de julio se pueden retirar las bases en el 7º piso de la municipalidad de Capital.

– ¿Cuándo veremos al ballet en acción?

– Teníamos pensando comenzar en marzo pero dada la situación política no se pudo. El primer tiempo, después de ver qué bailarines quedan en la propuesta, haremos un trabajo grupal de conocimiento y nivelación para que todos manejen el mismo lenguaje. Recién a fin de año o a comienzos de la próxima temporada, haríamos la presentación oficial del ballet.

– Y luego, ¿qué tienen previsto?

– La idea original es tener tres espectáculos en escena por año y hacer un mínimo de 12 funciones con cada uno de ellos. Eso sería “lo ideal”; si no podemos hacerlo desde el principio, vamos a trabajar en pos de ello. Además tenemos pensada una serie de actividades: hacer eventos más pequeños e ir a otros lugares. Tomaremos el ejemplo del ballet del San Martín, que tiene diversos espectáculos a lo largo del año; y habrá, incluso, algunas producciones específicas con bailarines invitados.

– Como compañía siempre trabajaron de forma independiente. ¿Establecer lazos con el estado se les presenta como un desafío?

– Es un desafío pero tenemos oficio, hemos trabajado muchísimo en la parte privada. Tanto para nosotras como para Mendoza, el mayor logro es que exista un ballet contemporáneo. Acá hay mucha calidad, nuestra idea siempre fue generar cosas desde la provincia y proyectarlas, y es lo que haremos con este cuerpo de bailarines.

– Después de tantos proyectos presentados, ¿sentís que finalmente les llega el reconocimiento a su trayectoria?

– Empezamos desde muy chicas, la danza siempre fue nuestra vocación y llevamos toda una vida dedicadas a esto. Hace 20 años cuando volvimos de Buenos Aires comenzamos a formar gente, creamos nuestra propia compañía y logramos sostenernos en el tiempo. Podemos vivir de lo que hacemos e invertir en nuestro trabajo. Por eso esta propuesta es buenísima -esperemos que se mantenga la buena voluntad que tiene el estado en este momento-.

– Hablando de la compañía, ¿cuál es el programa para este año?

– El Teatro Independencia, que está haciendo coproducciones, nos propuso hacer un espectáculo con la Orquesta Filarmónica a fines de agosto –entre el 20 y el 23, aunque quizá se modifique la fecha-. Lo interesante es el programa, que incluye algunos movimientos de sinfonías de Franz Schubert  y también una obra de Johann Sebastian Bach, en el primer segmento.

– ¿En qué etapa del proceso creativo se encuentran?

– Todavía estamos hablando con el director (Pablo Pondal) pero estamos abocadas a la sinfonía de Schubert. Seremos 16 bailarinas más las asistentes. Lucía esta vez no bailará porque se está dedicando al diseño del vestuario.

– ¿Podés adelantarnos algunos detalles?

– Estamos en pleno proceso de elaboración. Estoy estudiando la obra de Bach y me la imagino bastante quinética, muy visual y alegre, incluso quizá usemos algunos elementos. La de Schubert, en cambio, será más dramática. Es una pieza muy intensa, llena de quiebres y de climas, me llevó bastante tiempo estudiarla. El autor tiene un mundo que es fantástico.

– ¿Cómo traducirás ese mundo en movimiento?

– Habrá un juego de fuerzas y seguro, interviene lo femenino –algo que siempre trabajamos con mi hermana-. La obra es fuerte, temperamental pero tiene un momento más naif; ahí se da el contraste. La compañía está muy entusiasmada. Con mi hermana habíamos pensado en tomarnos un año sabático (aclara y lanza carcajadas al aire) pero comenzaron a llovernos propuestas…

 – ¿Ese será la única puesta en escena de la compañía?

– En octubre tenemos programado reponer en el estudio “Algo contigo”, una obra de Lucía -foto- que estrenamos en el Independencia y que adaptará a este espacio. ¡Hay muchos proyectos! (una risa pícara se cuela otra vez en la charla).

– ¿Más?

– Está en carpeta organizar una gira con Misia con “En tiempo de fados”, la obra que hice basándome en su música. Aún falta ponerse de acuerdo y armar los destinos sudamericanos pero desde un principio he proyectado que ella venga a Mendoza.

– El año pasado llevaron “Tiempo…” a Buenos Aires, ¿cómo fue recibida?

– La presentamos en septiembre, en el Centro Cultural Ricardo Rojas junto a propuestas locales, de Córdoba, Neuquén y Rosario. Recibimos muy buenas críticas y tuvimos una excelente experiencia, como el lujo de compartir escenario con Oscar Araiz. La recepción del público fue también muy buena, ¡hay que ir desde el interior a un público porteño!…

– ¿En qué sentido lo decís?

– Sobre todo porque muchas veces el espíritu porteño piensa que en el interior no pasa nada. Como el federalismo no existe, cuando se va desde una provincia hay que ir bien armado. Nosotras, sin embargo, ya tenemos un lugar ganado en el ambiente, saben quiénes somos.

– ¿Y en el caso del público mendocino?

– Siempre hemos tenido una buenísima recepción. A mí me gusta el público mendocino porque es conocedor, crítico y respetuoso de la calidad. Como continuamente le faltan cosas para ver, sabe aprovechar las oportunidades.

– Ya que mencionás lo de la calidad y para que amplíes la opinión que deslizaste: ¿cómo ves el ámbito de la danza en Mendoza?

– No sólo acá –que es el polo más desarrollado- sino también en San Juan y ciudades como San Rafael, hay mucha gente talentosa pero no puede vivir de la danza. Aunque la mayoría no puede dedicarse un 100% a la actividad, hay muy buena formación y ganas de hacer cosas. Existen una serie de cuestiones –como la falta de espacios y el poco conocimiento en la producción- que contribuyen a que no se conozcan muchos bailarines. Lo que me entusiasma de este ballet es que se cobra un sueldo y por lo tanto se profesionaliza al bailarín.

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