Mora Godoy eligió la Ciudad de Mendoza para venir a buscar talento tanguero y a ofrecer su espectáculo «Bailando Tango Remix» en la Plaza Independencia. A la audición se presentaron veinticinco parejas que bailaron en el Quintanilla frente a Mora y su equipo. La planilla de evaluación incluyó actitud, técnica y observaciones como vestuario y trucos.

De las veinticinco quedaron siete y de las siete sólo tres dúos, quienes bailaron a la noche junto a la tanguera y su equipo. Allí se decidió que Ricardo y Ángela fueran los ganadores para viajar a Buenos Aires con todo pago para actuar junto a la compañía de la bailarina reconocida a nivel mundial.

La iniciativa fue de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, la Secretaría de Extensión de la UNCuyo, el Sistema Federal de Medios y el Ministerio de Ciencia e Innovación Productiva y es una propuesta que se da dentro del programa “Puente Cultural” entre Buenos Aires y distintas ciudades del país. El fin es unir el arte de Bs. As. con distintos puntos de la Argentina.

Los ojos de Mora eligieron a estas parejas

“Como en las películas”

Ese fue el tango que decidieron bailar Paola Valdivia (36) y Javier Jofré (37), de Maipú. La pieza es inédita: el poema es del escritor chileno radicado en Mendoza, Dionisio Salas Astorga y la voz que lo interpreta es de Raúl Lavié. Sin palabras, ambos bailarines que además son pareja en la vida real dijeron al unísono: “Fue una emoción enorme”.

“La Bordona, de Emilio Balcarce”

Ese tango bailó otra de las parejas seleccionadas en el casting. Ellos son Verónica Lucero (24) y Gustavo Biondo (26). De la emoción no pudieron dar declaraciones. De inmediato fueron a ensayar para mostrarse en la plaza junto a Mora.

Pero el corazón de Godoy se quedó con Ricardo y Ángela

“Lo que pasó anoche fue un sueño nomás…”

Así termina “Paciencia”, el tango de D´Arienzo que eligieron Ricardo Cabrera (31) y Ángela Lineros (33). Ellos llegaron de Malargüe (sur de la provincia de Mendoza) y fue la pareja elegida por Mora para formar parte de su equipo, viajar a Buenos Aires con todo pago y actuar en Tecnópolis. Es decir, lo que fue un sueño nomás -como dice el tango- se convirtió en realidad porque fueron los ganadores. Sobre estos bailarines, Godoy dijo algo particular: “Me emocionaron  mucho los chicos que viajaron 430 kilómetros y que además les robaron el vestuario; sin embargo, se pararon frente a mí y bailaron con mucho talento. Actuaron desde un lugar íntimo y expresivo”. Ricardo contó que “fue un gusto enorme poder mostrarle lo que tanto amamos a esta gran artista mundial”. ¡Felicitaciones a ellos!