El programa recorre los diferentes colegios y establecimientos educativos de la Ciudad. En esta oportunidad, la obra hizo mayor hincapié en las diferencias entre un ciudadano y un habitante, explicando que el habitante solamente vive o reside en un sitio, en cambio un ciudadano goza de sus derechos y deberes, participa y se involucra.
Las técnicas que utilizaron los actores fueron canciones y personajes ficticios como un súper héroe (que hacía lo correcto) y un villano (que realizaba malos actos).
Además se abordaron temas como el respeto, los buenos valores, colaborar con la limpieza de los espacios públicos, entre otras cosas.