Carlos Egües fue distinguido en el Concejo Deliberante

May 28, 2010 Categoría: Ciudad

“Hoy  tenemos una deuda para con los hombres de Mayo en cuanto a alcanzar la plenitud para afianzar la Constitución y el ideal republicano, que implican el equilibrio, la moderación  y el respeto por el otro, aspectos que después de 200 años siguen siendo el talón de Aquiles de la vida política argentina”. Así lo señaló el constitucionalista Carlos Egües durante una sesión especial del Concejo Deliberante de la Capital enmarcada en las celebraciones del Bicentenario, ocasión en la que recibió una distinción,  con la presencia del intendente de la Ciudad de Mendoza, Víctor Fayad y del titular del cuerpo legislativo Marcelo Rubio. 

En la oportunidad, el doctor Egües, quien recientemente fue investido como representante por Mendoza en la Academia Nacional de la Historia, disertó sobre los hechos  que rodearon la Revolución de Mayo de 1810, formulando al respecto algunas reflexiones sobre los hombres que protagonizaron esas horas históricas, las ideas centrales que estuvieron presentes en tales circunstancias y la proyección que tuvieron en el tiempo.

Señaló que cuando se hace un esfuerzo por comprender lo que ocurrió en nuestro país en ese entonces debe tenerse presente que fueron tiempos de gran incertidumbre y confusión, y que los hombres de Mayo supieron aprovechar la crisis en que estaba sumida España tanto como el hecho de que, desde las invasiones inglesas, Buenos Aires era la única ciudad del Virreinato que contaba con milicias criollas.

Destacó luego que quienes impulsaron el Cabildo Abierto del 22 de Mayo eran concientes de que “se estaban jugando todo, se estaban jugando la vida”, y que su acto de insurrección podía pagarse con la muerte, ya que tan sólo un año antes movimientos revolucionarios en el Alto Perú, Chuquisaca y La Paz “habían sido ahogados en sangre”.

Señaló además que como sucede en todo movimiento revolucionario había dos minorías en pugna, ya que “mientras una impulsaba la otra resistía”. No obstante  lo que sucede el 25 de Mayo logra el consenso de la población porteña,  aunque para diciembre de 1810 fue evidente el enfrentamiento entre Saavedra y Moreno.

Después de trazar una semblanza de las personalidades de los hombres  de Mayo, Egües destacó que “todos gozaban de una posición cómoda que les habría permitido vivir con holgura, pero todo lo pusieron en juego y todo lo perdieron en nombre de su ideal, aún en contra de sus intereses”.

En cuanto a las ideas políticas latentes en la Revolución de Mayo, el catedrático señaló que en esos momentos “las ideas políticas no escapaban al ambiente de tensión de la época”, y que “ninguno de los miembros de la Primera Junta era teórico político. Todo fue dicho y escrito en el medio de la acción”.

“Cuando se elimina la contrarrevolución de Liniers y Rodríguez de la Concha no hubo vuelta atrás. La idea de independencia ya había estado presente en el voto de Castelli”.

Otra idea que estuvo presente en la Revolución de Mayo era el republicanismo, ya que  aunque el movimiento se hizo a nombre de Fernando VII implicó un alzamiento contra la monarquía. “Que no quepan dudas que el pueblo confiere la autoridad o mando”, había sentenciado Saavedra.

También estuvo presente la idea del constitucionalismo, razón por la cual fueron convocados de inmediato los pueblos del interior, aunque el país tardaría alrededor de 60 años más en contar con una Constitución definitiva. “Hoy – concluyó Egües – tenemos una deuda para con los hombres de Mayo en cuanto a alcanzar la plenitud para afianzar la Constitución y el ideal republicano, que implica el equilibrio, la moderación  y el respeto por el otro, aspectos que después de 200 años siguen siendo el talón de Aquiles de la vida política argentina.

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