Se trata de un ambicioso proyecto pedagógico de estimulación temprana denominado “Construyendo escenarios de ternura”. La idea es poner a disposición de los chicos una gran variedad de materiales y elementos con  distintas texturas, olores y sabores; otorgándoles de esta manera la posibilidad de descubrir sus propias habilidades a través de la creatividad y la imaginación de la mano del arte, señaló Mónica Matilla, asesora pedagógica de los jardines maternales de la comuna.

“La primera infancia es la etapa ideal para que los niños desarrollen a pleno todas sus capacidades, es el momento propicio para sentar cimientos. Por ese motivo construimos la sala atelier, ya que consideramos que es el ámbito oportuno para dar aliento al desarrollo de todos los sentidos, jugando con distintos elementos estimulantes”, subrayó Matilla.

La iniciativa pudo concretarse gracias al aporte recibido por la Fundación Telefónica, que colaboró con la suma de $8.000 destinados al equipamiento y refacción de la sala.

Cristina Rocha, coordinadora del Programa Voluntarios de Nodo Cuyo de la Fundación Telefónica, destacó que el objetivo de la organización es generar proyectos sustentables en el tiempo, más allá de la contribución solidaria. La intención es integrar el capital humano con recursos que brinda la empresa a través de acciones solidarias vinculadas especialmente a la educación.

La sala atelier está equipada con un caleidoscopio (estructura de espejos donde el niño puede reconocerse en diferentes perspectivas), escenario de títeres, elementos de arte y naturales, biblioteca móvil, atriles individuales y múltiples materiales.

Es importante destacar, que este jardincito abre sus puertas de lunes a viernes de  7:30 a 17:30. Allí los niños reciben desayuno y almuerzo (turno mañana) y almuerzo y merienda (turno tarde).

El acto de apertura contó con la presencia de funcionarios municipales, concejales y representantes de la empresa.