La Plaza Independencia
En 1861, la Ciudad de Mendoza sufrió un devastador terremoto que la destruyó totalmente.
En 1863, la ciudad nueva fue diseñada en su emplazamiento actual por el agrimensor Julio Balloffet, en base a un plano de 64 manzanas y cinco plazas equidistantes (“España”, “Chile”, “San Martín” e “Italia”), que conforman un damero; siendo la Plaza Independencia, la central y por sus dimensiones (4 hectáreas), la más grande de la ciudad nueva.
Frente a la plaza, se ubicaba hacia principios del siglo XX la Casa de Gobierno, pero luego se comenzó a construir un nuevo edificio para la misma, que estaría situada en el medio de la plaza. Pero en 1940, gracias a una remodelación impulsada por el arquitecto Daniel Ramos Correas se demolieron sus cimientos y en el mismo lugar se levantó un edificio que albergó originalmente el Museo de Ciencias Naturales Cornelio Moyano (luego trasladado al Parque General San Martín).
En este mismo sitio, en el centro de la plaza se encuentra hoy el Espacio Cultural Plaza Independencia (ECPI) que incluye las instalaciones del Museo Municipal de Arte Moderno Mendoza, el Teatro Municipal Julio Quintanilla y la Biblioteca Municipal Ricardo Tudela.
El costado este de la plaza tiene conexión con la “Peatonal Sarmiento”, uno de los sitios más concurridos de la ciudad.
La plaza, cuenta con juegos recreativos para niños, un “Teatrino” a cielo abierto, pensado especialmente para que los más pequeños se entretengan y donde los artistas urbanos ofrecen variados espectáculos.
Además existe una Feria permanente de Artesanos denominada “Plaza de las Artes” desde 1999, y donde se pueden encontrar artesanías realizadas en cuero, madera, tejidos, vitrofusión y piezas en piedras y alpaca.
Esta plaza también cuenta en un lugar muy destacado, con un ícono turístico y punto de referencia, se trata del llamativo cartel corpóreo denominado “Amo Mendoza”, que con sus vivos colores invita a mendocinos y visitantes a retratarse allí reflejando su identificación con nuestra querida Mendoza.
Dentro de las especies vegetales que ornamentan este espacio encontramos eucaliptos, cipreses, acacias y fresnos, así como también numerosos arbustos como el laurentino, jazmín de flor y morera péndula entre otros.
El riego de las plantas se realiza por aspersores que se accionan automáticamente con programadores que permiten ajustar la modalidad del riego según cada estación del año y sus necesidades.
La Fuente Central
Mendoza como “Ciudad Oasis” está sustentada por un sistema de riego artificial que le da existencia, siendo el agua un bien muy preciado y que ha sido honrado desde nuestros antepasados, y por esta razón, los mendocinos valoran especialmente las fuentes de sus plazas, verdaderos símbolos de vida para todos sus habitantes.
En el centro de la plaza Independencia existieron originalmente un lago con botes, también una calesita y un cerrito mirador. En 1886, el lago fue eliminado por consejo del higienista Luis Carlos Lagomaggiore por considerarlo peligroso, y finalmente, el mismo fue reemplazado por una fuente ornamental de gran tamaño que fue instalada en 1894, en el centro de la plaza.
Se trataba de una obra de gran jerarquía, realizada en hierro fundido, por la fábrica francesa Val d’Osne y que constituyó la primera obra escultórica emplazada en un paseo público de la Ciudad Nueva.
La misma, resultaba de diseño exquisito por el número de esculturas y detalles; y era idéntica a la fuente ubicada en la Plaza de Mayo, lo que le otorgaba gran notoriedad.
En 1927 se realizó un concurso nacional para la construcción de la nueva casa de gobierno, cuya localización se pensaba en el centro de la plaza, por lo cual se retiró la fuente central. La misma fue asignada por sorteo al departamento de Maipú.
Finalmente la obra de la nueva casa de gobierno no se concretó, y este paseo luego tuvo una nueva fuente que persiste hasta la actualidad, producto de la remodelación de 1941 llevada a cabo por el arquitecto Daniel Ramos Correas.
La última gran remodelación de la plaza en 1995, sumó a la fuente un friso de bronce y mármol, realizado por la escultora Eliana Molinelli (dirección y proyecto de obra), Eneida Roso y Laura Valdivieso.
El friso fue denominado «La libertad, esa gesta anónima» y está compuesto por dos grandes murales en los paños laterales y una gran bandera central con centro de mármol que a modo de cascada se introduce en el espejo de agua. Las figuras representadas en el friso, realizado en altorrelieve, rescatan a los personajes anónimos que sustentaron el proceso de la independencia.
Luego de ser intervenida la fuente, el 9 de julio de 2021, se la reinauguró con un novedoso sistema de aguas danzantes rítmicas e inteligentes que permite la programación de temas musicales, sincronizados con la apertura y cierre de los chorros de agua y acompañados por luces automatizadas que cambian de color según los distintos efectos de agua, se trata así de una de las fuentes más tecnológicas del país.
Su repertorio musical es de variada clasificación, pasando desde música clásica hasta rock nacional, pop, lírico, música de películas y series, y se lleva a cabo en distintos horarios diferenciados según la época del año.
El Escudo Lumínico
La historia del escudo lumínico ubicado en el sector central de la Plaza Independencia está muy ligado a la vida mendocina y en especial a la Fiesta de la Vendimia.
En 1937 se realizaron gestiones en la Capital Federal para conseguir, elementos eléctricos para la ornamentación de la segunda edición de la Fiesta de la Vendimia programada para el mes de marzo de 1937.
Se consiguieron reflectores, lámparas, guirnaldas, y un gran escudo lumínico de 16 metros de altura provisto originalmente de bombitas eléctricas para su funcionamiento.
El 20 de marzo de 1937, día de la fiesta máxima del trabajo mendocino, el escudo lumínico fue inaugurado, y pocos años después, en 1942, el mismo fue donado a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y el gran emblema fue reubicado en el centro de la plaza Independencia.
En la actualidad, su sistema lumínico luce totalmente renovado, con tecnología lumínica actualizada y permaneciendo encendido todas las noches en el centro de la plaza Independencia.