La Peatonal Sarmiento es el sitio obligado de encuentro, tanto de los mendocinos como de los turistas. Inaugurada en 1989, alberga en sus tres cuadras edificios destacables como el Pasaje San Martín, la Iglesia San Nicolás y Santiago Apóstol, la Bolsa de Comercio y la Legislatura Provincial.
El Pasaje San Martín data de 1926, es el primer edificio de altura de Mendoza construido en hormigón armado y revela la riqueza arquitectónica de la época. Destacándose sus coloridos vitrales franceses, que por haber sido fabricados en hornos de carbón, son hoy irrepetibles.
En el interior del HCD de la Ciudad se encuentra la Pinacoteca Fidel Roig Matóns. Fue un artista catalán que, a partir de 1908, se radicó en Mendoza. Su más grande obra, enmarcada dentro de lo que se denomina “Paisaje Épico”, retrata la gesta sanmartiniana ambientada en los mismos pasos cordilleranos que usó el General San Martín.
El Barrio Cívico, fue proyectado en 1948 por el arquitecto Belgrano Blanco y se levantó en terrenos de la Quinta Agronómica. El Centro Cívico comprende varios sectores diferenciados. El área más jerarquizada, corresponde al Gobierno Provincial, con las sedes de sus Poderes Ejecutivo y Judicial. En este sector, se encuentra el Memorial de la Bandera del Ejército de Los Andes.
Luego invitamos a recorrer los jardines circundantes donde se reconocerán las principales especies arbóreas del lugar. Ceibos, tilos, lapachos, jacarandas, fresnos y sauces son algunas de las especies que encontrarás.
A continuación, el circuito llegará hasta el oeste del Barrio Cívico. En las cercanías del Centro de Congresos y Exposiciones, con el Auditorio Ángel Bustelo, y a su lado la Enoteca que data de 1904 y que fue la Bodega experimental de la antigua escuela de Agricultura de la quinta Agronómica. Allí se exhiben distintos objetos relacionados a la vitivinicultura durante las primeras épocas de industrialización.
Del otro lado del zanjón del Barrio Cívico se encuentra un barrio de características únicas: El barrio Bombal” que nació a fines de los ‘40, cuando lotearon los viñedos de la Bodega Domingo Bombal. El loteo fue pensado con un predominio de verde y jardines, y fue el primer barrio local parquizado con fresnos. Hoy se ha convertido en uno de los polos comerciales y turísticos de la ciudad.
El Teatro Selectro se encuentra en este Barrio, uno de los primeros cines de la provincia y de los pocos que todavía perdura. Abrió sus puertas el 13 de julio de 1967.
Hoy esta calle se ha convertido un ícono de la oferta gastronómica, ya que aquí se han instalado una gran cantidad de restaurantes, bares y pubs. A su vez, es posible adquirir indumentaria de autor en los numerosos comercios de la zona.
Al mediodía, la mayoría de los locales gastronómicos ofrecen menúes ejecutivos a precios accesibles. Acompañar el almuerzo de una copa de vino, te hará sentir en la Capital internacional del Vino.
Los registros indican que para noviembre de 1908 los portones ya se encontraban en el lugar que hoy ocupan. Adquiridos en Escocia a la fundición de “Walter Macfarlaine & Co” por el Gobierno de Mendoza, para enmarcar el acceso al Parque. Realizados en hierro fundido, coronados por la figura de un cóndor y el escudo de Mendoza.
Al ingresar al parque, en la rotonda de los Caballitos de Marly, sugerimos tomar hacia el Sur por la Avenida de los Plátanos. La sombra de estos árboles, nos permite disfrutar de un agradable paseo bordeando el lago y visitando el Rosedal.
Por dicha avenida se accede a la Fuente de los Continentes. La obra fue comprada en la fundición francesa “Val d’Osne”. En ella se ven representados los continentes: América, Asia, Europa y África. Se dejó de lado Oceanía que hasta poco tiempo antes había sido considerado parte de Asia. Cuenta con motivos característicos de las fuentes ornamentales europeas de los siglos XVIII y XIX.
Desde la fuente podrás acceder a un circuito de 2,5 kilómetros que rodea el Lago del Parque. Hermosa postal del lugar, dónde te sorprenderán tanto las esculturas como los paseos de flores.
En la zona encontrarás algunos puestos de helados, foodtrucks y golosinas dónde podrás adquirir snacks y bebidas.
Numerosas viviendas de la avenida Emilio Civit integran el Patrimonio Cultural de la Ciudad de Mendoza. Entre las casas más llamativas por su estilo arquitectónico y también por su historia, en la esquina derecha antes de cruzar la calle Paso de los Andes, se ubica la casa López Frugoni de 1929, diseñada por el ingeniero del mismo nombre, junto al arquitecto Ramos Correa quien llevó a cabo además el Jardín Zoológico. También se destaca la Mansión Stoppel, donde desde el 2018 se encuentra el Museo Carlos Alonso, edificio que estuvo cerrado desde 1977. La casona de la avenida Emilio Civit al 348 está llena de historia y belleza. Quien mandó a construir esta mansión, que brilla en plena ciudad, fue Luis Stoppel. Chileno de nacimiento y de ascendencia alemana, tuvo una vida muy activa en Mendoza. Su relación con nuestra provincia se divide en dos etapas: la primera que va de 1885 a 1895 y, la segunda, tras vivir varios años en Buenos Aires y luego en Europa, desde 1912 hasta su muerte. Fue comerciante, terrateniente, político y tuvo una alta inserción en el mundo social de Mendoza de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
La vivienda se construyó bajo la tipología chalet, de 23 metros de frente por 60 de profundidad. A su vez, el terreno se constituía de 1.234 metros cubiertos y 2.000 de jardines, donde se comunicaba la actual Av. Emilio Civit con la calle Julio A. Roca. La obra comenzó hacia 1910 y se inauguró en 1912.
A través de una reja, se dividía el espacio público del privado, y a la izquierda se encontraba el ingreso para los carruajes y los novedosos automóviles.
Este edificio está realizado con un mampuesto y estructura de hormigón armado. Esta solución se resuelve como una de las propuestas más novedosas en cuanto construcción antisísmica.
El Museo Carlos Alonso ofrece dos espacios con características arquitectónicas muy diferentes. La Mansión Stoppel propone un viaje al pasado mendocino, al lujo de antaño y el nuevo edificio, una mirada hacia el futuro, parados en un presente, en el que podemos disfrutar del inmenso talento de nuestros artistas plásticos.
Recorriendo la Av. Emilio Civit puede elegir diferentes confiterías que allí se encuentran para disfrutar de una media tarde.
La Av. Emilio Civit, al cruzar las vías en Belgrano, recibe el nombre de Sarmiento. En la misma se ubican tradicionales “parrilladas” donde podrán cenar ricos asados y empanadas típicas de Mendoza. Esta misma avenida es la que, atravesando la Plaza Independencia se transforma en la Peatonal, paseo con negocios, bares, casino y restaurantes.
Nuestro recorrido continúa por la Plaza principal de la Ciudad de Mendoza, construida y delineada en 1863 por el Agrimensor francés Julio Balloffet, como nuevo centro cívico comercial posterior al terremoto de 1861; tiene una extensión de 4 manzanas generando un parque urbano de gran valor paisajístico y recreativo.
Posee una explanada central utilizada para celebraciones públicas, con una fuente semicircular en el centro. El friso de la fuente: «La Libertad, esa gesta anónima» fue realizado por la escultora mendocina Eliana Molinelli. Mirándolo de frente, a la izquierda, se observa una mujer indígena montada sobre un caballo, que porta en sus manos un crucifijo, símbolo de la evangelización. La etapa colonial está sugerida seguidamente por la representación de una reja con tales reminiscencias. El paño siguiente nos ofrece la dramática visión del oprimido, del esclavo- un hombre que da la espalda con sus manos atadas arriba- y a su lado, el mismo hombre ya liberado. El mural de la derecha también ofrece figuras en alto relieve referida a tres entidades: la familia, los inmigrantes y el trabajo y la cultura, la primera, por ser la célula básica de la sociedad, el primer ámbito socializador motor de la integridad del ser humano. El paño siguiente es un homenaje al inmigrante, al trabajo y al esfuerzo que levantó esta provincia. Finalmente, el homenaje a la cultura alude a su gran fuerza liberadora, como queriendo decir, en un lenguaje sin palabras: sin cultura no hay independencia.
Sobre calle Chile, se puede apreciar el Escudo Provincial, el cual fue un obsequio que hizo la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza en 1937. Consiste en un escudo lumínico de 16 metros de alto que se enciende todas las noches desde 1943. En el último trabajo de mantenimiento, 2016, se le instaló un hilo de luz de última generación que permite una visión diurna y nocturna por ambas caras.
Entre los sectores más atractivos del parque se encuentran los juegos infantiles, el área deportiva, un lago artificial (que simboliza la importancia del agua en una zona semidesértica), un gran mural colectivo de 150m2 (realizado en coloridas venecitas por un grupo de artistas plásticos de todo el país), una explanada denominada la Plaza del Reloj (donde hay un pintoresco reloj de sol). También está la sala Anexo del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, un lugar destinado a talleres artísticos, culturales, educativos, y exposiciones de arte transitorias; y para tomar algo mientras disfruta de una vista increíble de esta parte de la Ciudad, está la cafetería.
Cruzando el puente, ingresamos al Paseo Di Benedetto, un espacio que sirve para unir las diferentes propuestas culturales. Por un lado la Nave Cultural, lugar de carácter multidisciplinario, ofreciendo espectáculos como obras de teatro, shows, muestras, ferias, proyecciones y más; e integrado a este centro la Nave UNCuyo, con ofertas similares; y la Báscula, es un espacio de 2.000 metros cuadrados donde se ha preservado el galpón en su estado original destinado a exposiciones y eventos.
El 13 de agosto de 1808 el Cabildo de Mendoza dispuso la creación de La Alameda, destinada a servir para la recreación de los habitantes.
Al poco tiempo de instalarse en Mendoza, el entonces Coronel Mayor José de San Martín, ordenó la prolongación de la Alameda, extendiéndose a siete cuadras (entre las actuales calles Córdoba y Ayacucho) y la embelleció con rosedales y bancos a cada lado convirtiéndose en un verdadero paseo público. Cuentan que la costumbre de pasear por la Alameda la iniciaron el mismo San Martín y su esposa, Remedios Escalada. Muchas figuras de actuación histórica en Cuyo pasaron por este paseo, entre ellos: O’Higgins, los hermanos Carrera, Toribio de Luzuriaga, Juan Lavalle y Facundo Quiroga.
Hoy en día dicho paseo alberga el Museo Histórico General San Martín y la Biblioteca Pública, homónima. Además se ha convertido en un polo gastronómico.
Sobre las avenidas Belgrano y Sarmiento se encuentran algunos de los restaurantes de comidas mendocinas más importantes de la Ciudad.
Sobre Av. Belgrano encontrarás restaurantes para los amantes de los platos gourmet y comensales de paladares exigentes.
Sobre Sarmiento podrás disfrutar de platos típicos y parrilladas.
Atención vegetarianos, la mayoría de los locales ofrecen opciones veggie friendly.
Otra opción es calle Juan B Justo, allí encontrarás el nuevo polo gastronómico de la ciudad, con galpones cerveceros, pizzerías y heladerías.
Para ir a cenar no te olvides de reservar con anterioridad para cumplir con los protocolos sanitarios.